por Antonio León
El poeta Ánuar Zúñiga Naime cuenta los mejores chistes de poetas que he escuchado en mucho tiempo y es mi amigo. Le sucede con los chistes como a los mitoteros con los chismes: está paradito en la fiesta, los escucha, los mezcla, le cuentan algunas partes y, los más, llegan y se cuentan solos en su presencia. Ánuar es también un caudal proceloso de citas de Los Simpsons, datos inútiles de series de televisión y relatos sobre personajes secundarios. De todo lo anterior hay para dar y regalar en sus libros y en los otros soportes que ha encontrado para su producción: poemas sobre la ingratitud del tiempo, personajes secundarios de películas que nos traumatizaron, la infancia y tener problemas con la talla de las playeras de rockeros muertos.
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El tiempo pasado en las filas para las copias, en oficinas y otros centros de trabajo se lo debemos a un físico llamado Chester Floyd Carlson. Junto a su amigo Otto Kornei inventó la primera muestra de xerografía (escopetazo conceptual del griego “escritura en seco”) y vio la luz en el laboratorio que tenían armado encima de un bar escandaloso y pestilente. Por desgracia para Carlson y Kornei, a nadie impresionó lo que muchos llamaron despectivamente “versión barata de fotografía”. Tuvieron que gastar muchos años recorriendo, como misioneros del futuro de la impresión por kilo, diversas empresas de fotografía y similares, recibiendo negativas por todas partes, hasta dar con alguien que fuera receptivo a sus ideas. Todas esas compañías dejaron pasar la oportunidad de dar vida a la industria de las fotocopiadoras, que a la postre se convertiría en un gran negocio.
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Ánuar Zúñiga y sus amigos Jorge Sosa, Rodrigo Román, Gerardo Ocejo y Andrei Vasquez son una banda de transformers de la expresión. Conocidos como Los Kikín Fonseca y el Güero Castro (por sus siglas, KFGC), hacen de todo menos quedarse quietecitos tundiéndonos con sus versos: han publicado seis libros y un disco en colectivo, diseñaron el uniforme de un equipo de futbol femenil con versos personalizados y hacen kermesses en las que puedes escribir maldiciones en los muros de su cuarto de ensayo.
Una de las más recientes aventuras de los KFGC es la realización de Los Fotocopiadores, una miniserie de 6 capítulos a partir de la azarosa vida de Samuel, un joven que escribe poesía y trabaja en una empresa de ventas por teléfono. Samuel nos lleva de la mano al indómito mundo de los talleres de poesía, el famoseo en blogs, las fiestas de agualoca prosódica y las publicaciones indies. El reparto está formado por rutilantes estrellas de la poesía mexicana de varias partes del país: Paola Llamas Dinero, Diego Espíritu, Martha Mega, entre otros. Para quienes escribimos y vivimos lejos de CDMX, es como ponerle rostro a las lecturas que hemos realizado en publicaciones de los años recientes. Los fotocopiadores es un trabajo de gran calidad que podemos ver ahora mismo en www.fotocopiadores.xyz. Es, además, un retrato xerográfico del corazón desparpajado de la poesía actual, pero en la fotocopiadora alguien quiso que apareciera también el trasero, tal como el de Nelson en Los Simpsons.
Antonio León. Poeta originario de Ensenada. Reside en Mexicali, donde se desarrolla como guionista y conductor para televisión y radio universitarios. Es editor de poesía en la revista El Septentrión y colaborador esporádico de noisey\vice, ha sido columnista del semanario Es lo cotidiano y actualmente desmenuza sus fijaciones en el blog Muerte por videoclip. Es autor de los libros Caricia del velocímetro, Busque caballos negros en otra parte y :ríos, dentro de la colección Ojo de Agua, editada por CETYS Universidad . En 2016 fue el ganador del Premio estatal de literatura (poesía) en Baja California con el libro El Impala rojo.