I
Cuando la rutina me calza
trasmuto en ermitaño,
la ciudad se vuelve caracola
y transito
con pasos rotos
sobre un paisaje
transmitido en loop interminable.
III
Me vierto a la calle
como autómata teledirigido
para sobrescribir los pasos de ayer,
se me caen las palabras de las manos,
y las veo quedarse ahí
en un bache
en el tubo del transporte público
en el zapato roto
en las pequeñas miradas
y las escasas sonrisas
perpendiculares a la mía.
IV
Así aridezco.
A los versos les brotan espinas
y me siento infértil
como una sombra
que se diluye
en la profundidad de la noche.
IX
Me dejo vencer por el sueño
recomienzo el ciclo,
intento trastocarlo
plantándole mi huella
con una canción
o un verso
que se instala como malware
en los sistemas neuronales
de la normalidad que me rodea.
—Quetzalli Pérez
Quetzalli Pérez, poeta ensenadense. Ha participado en el Taller Experimental de Literatura (Telit), que imparte Flora Calderón desde hace varios años. Poemas suyos aparecen en la revista electrónica Peregrinos y sus letras, así como en el San Diego Poetry Anual. Ha sido coordinadora de talleres e integrante de proyectos multidisciplinarios con base en la literatura. Su más reciente trabajo, del que hemos seleccionado los poemas que aquí presentamos, lleva por título Airada.