1.
Un paso y otro paso hacia la transparencia. Así surgen ciertos desvelos. La imposibilidad de dormir sobre el que se nos propone un mundo más propicio. O en todo caso el ideal para sentir esa parte del todo. Pero aquella noche era “la” noche. La de las preguntas sin resguardo. La del recorrido pleno por la razón.
2.
¿De dónde surgen los miedos? Esa capacidad de volverse frágil ante uno mismo. ¿De dónde el atisbo del final de lo que podemos? ¿La telaraña se teje con los restos de lo que fuimos?
No hay pena frente a la nada. Sólo hay pena frente al abandono del propio silencio.
3.
Las orillas aparecen para dejar registro. Como si no hubiera caminos detrás de nosotros. Como si la muerte no se llevara todo límite y toda apuesta. Pero persisten. Orillas para decir qué hay del otro lado del artificio. Orillas para dejar fecha sin partirnos en dos.
4.
Es verdad que una puerta suena como quien la abre o la cierra. Se sabe: cada sonido tiene su propio cuerpo. Su linaje también. La mortalidad de quienes quedan afuera sólo es comparable a la del decir a la intemperie. A la voz que abarca sola su propio estar.
5.
Una pausa abre su espacio en la noche. Las preguntas quedan lejos y nos permitimos un respiro.
Para atravesar lo oscuro hace falta cuerpo y saber desafinar un poco. Condiciones que hacen a la pertenencia. ¿Desde dónde resistir si sólo creemos en el perfecto vacío?
6.
La unidad es el artificio mayor. Lo han dicho muchos, pero seguimos pretendiendo escribir esa trama que va de la furia al abismo.
Ya no hay presas para el cancerbero. Solamente la costura de lo que parece casi abandonarnos.
7.
Y acaso sólo esperemos un poco de felicidad. Los despojos de dioses que olvidamos desde el comienzo. Esa mirada que surge en medio del rayo para advertirnos que no hay refugio. Que lo posible se abre paso entre tantos imposibles sumergidos.
Y acaso será.
Y acaso podamos ver.
—Valeria Cervero
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Textos tomados del libro Ctalamochita (Barnacle, 2020)
Fotografía de Alicia Tsuchiya
Valeria Cervero (Buenos Aires, 1972) Poeta y Gestora Cultural. Publicó: cadencias (edición de autor, 2011); el libro-álbum escondidas (Ediciones del Eclipse, 2013), en coautoría con la ilustradora Vivi Chaves; equilibristas (Colectivo Semilla, 2014), Sin órbitas (El Ojo del Mármol, 2016), madrecitas (Barnacle, 2018), Seres pequeños (Hemisferio Derecho, 2018), Sibilejo (Editorial Maravilla, 2018) y Ctalamochita (Barnacle, 2020). Compiló: Poeplas. Antología de poesía argentina para chicos (2 volúmenes: 2013 y 2017). Integró diversos proyectos de difusión de poesía.