Soñé un derrumbe y desayunamos chilaquiles

El Septentrión abre sus espacios virtuales para recuperar los sueños de una comunidad creadora, en conmemoración y memoria de nuestra querida Sor Juana Inés de la Cruz, quien entre todas las geniales obras que compuso está ese papelillo, como ella misma dijo de su Primero sueño, cuando la llamaron a cuentas por soberbia.
 Estos sueños refrendan la maravilla que se encuentra en ese portento literario donde el alma dormida descubre que el universo por conocerse es vasto e infinito, y para conocerlo tenemos un cuerpo que percibe e intelige; y eso, conocer, sólo se puede realizar con la maravilla de estar vivos.
 Sueños de vida para reencantar el mundo, esperanzarnos críticamente, imaginar futuros donde la pulsión de vida sea más poderosa que las imposiciones del mercado, las máquinas y la enfermedad. Vivir y soñar para resignificar la muerte, el amor, la tristeza y la alegría.
 En estos primeros sueños,  Valeria Caballero  nos comparte algo de su trabajo y nos cuenta sus sueños primeros.
—Maricela Guerrero

 

 

Soñé un derrumbe y desayunamos chilaquiles

por Valeria Caballero

 

Antes de la pandemia tuve un sueño mega revelador. Hace años una sombra debajo del agua se convertía en una ballena mientras yo caminaba por un muelle flotante en medio de algo así como un domo donde había un océano. Eso tiene muuuuuchos años.

  Ahora en pandemia soñé con quien ha sido mi mejor amigo en años recientes, estábamos en una época colonial-medieval intentando escapar de una construcción que identifico plenamente como Santo Domingo de Guzmán, en Oaxaca. Escapábamos pues, y el lugar estaba a punto de derrumbarse. Un temblor lo había dañado. Mi amigo estaba vestido normal, como viste ahora pero con un peinado de corona de trenza, yo llevaba un vestido a lo virreinal. Lográbamos salir por una cornisa altísima, quién sabe cómo lográbamos empezar a bajar de ahí y entrábamos en una batalla con unos espadachines super expertos, pero lográbamos esquivar todos sus cuchillos.

  En un punto del sueño aparecía yo como niña y también peleaba en una batalla con otras niñas que eran expertas y que desplazaban el combate a unas casitas como de juego, así chiquitas, como de muñecas. Todo era mezclado con un tiempo presente, en el que mi amigo me acompañaba a una sesión de psicoanálisis. Manuel, mi analista, nos recibía a los dos en el diván. Su consultorio estaba dentro de una cafetería zapatista en Querétaro. Al finalizar la sesión de análisis tomábamos un café y comíamos unos chilaquiles.

 

Sueños futuros

No he podido soñar mucho a mi amado desde que se fue, quisiera soñar mas con él, platicar con él en un sueño. 

 

 

Fotografías de Valeria Caballero

Valeria Caballero (Querétaro, 1986). Su producción se sitúa entre la curaduría y la fotografía. Entre 2011 y 2013 trabajó en el Taller Multinacional como asistente de producción, registro fotográfico, archivo y montaje de Miguel Rodríguez Sepúlveda. De 2013 a 2019 formó parte del equipo del fotógrafo Eniac Martínez. De 2015 a 2018 fue Curadora de la Residencia Cultural de Casa Vecina. Desde 2018 forma parte de Aguazal Producciones. Ha sido merecedora de distintas becas, entre ellas el PECDA (2009 y 2018) y el FONCA (2010). Durante 2019 desarrolló el proyecto multi_contacto creación y diversidad funcional en los zapatos de otros cuerpos con dicha beca. En 2020 realizó junto a Helena Braunštajn el texto “Producción del espacio público y comunitario en el contexto de las afectaciones críticas. Un ejercicio colaborativo”. Actualmente desarrolla el proyecto fotográfico “Cuando te fuiste”. @valecabaguil

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