por Jimena Del Peón
El brillo de la pantalla. Mis ojos quemándose. La mano fibromiálgica que no puede con 140 gramos. 206 notificaciones nuevas. ¿Comemos hoy? Manos rezando. ¡Hola! Gatito llorando. Te marcó la criatura. Perrito enojado. Dedos huesudos intentando escribir. Una fila de notificaciones. Deshacerlas como pelusa. No tener energía para contestar. Interacción máquina-humano. Trabajar espiando usuarios. Tiempo, clicks, facilidad, rapidez, errores, caras. El mínimo producto viable. Una app para respirar. Inflar la panza. Sacar el aire. Veintiséis minutos completados. La intención de nada. Un día sin contestar. Tener amigos. Dos días sin contestar. Tener familia. Un mes sin contestar. La cuerda formando un nudo en el centro de mi cuerpo. Pedir perdón. Pikachu tomando café. Una mujer limpiando sus lágrimas con un hámster. Un vato tirando balazos al cielo. José José tambaleándose. La niña de la brillantina mal puesta y el labial corrido. Criaturas patéticas, indecentes, inestables, ridículas, cínicas, imperfectas. Como yo.
Jimena Del Peón, ansiosa desde 1990.