por Jorge Damián Méndez Lozano
Derek Arturo Reyes (Mexicali, Baja California, 1993-) es un artista con un universo visual en donde los acontecimientos periodísticos de la capital bajacaliforniana son llevados al delirio. En su trabajo pictórico, que por momentos pasa por el tamiz del surrealismo y el fauvismo, el caos cotidiano de una ciudad fronteriza se representa con la fachada de una casa acribillada con un cuerno de chivo que es inspeccionada por un militar; con el fatal choque entre dos automóviles sobre la carretera; o con la abducción por parte de una nave extraterrestre de una vaca, un cactus o una batería de auto.
A sus 31 años Derek dice no pertenecer a una crew o grupo. Antes de ser artista fue mesero, cocinero, barman y lavaplatos en algunas cervecerías artesanales de la región. También laboró como cajero en un Sam’s Club y fue obrero en una maquiladora donde reparan celulares. Al no ser de su total agrado la escuela, abandonó la preparatoria para posteriormente terminarla en la modalidad abierta. Luego ingresó a tres distintas carreras universitarias, pero no fueron de su satisfacción y simplemente se retiró. En ese periodo afianzó su compromiso con el arte.
La obra de este artista se ha expuesto en cafés, bares y galerías de Mexicali. El próximo 27 de junio de 2025 participa por segunda vez en Art Battle 2, una competencia de pintura en vivo con artistas de ambos lados de la frontera que se llevará cabo en la Casa de la Cultura de Mexicali. «Espero ganar esta vez», me dice desde una mesa de Italiano Caffe, en donde actualmente exhibe parte de su obra artística.
―¿Qué recuerdas de tu niñez en relación con el dibujo?
―Tengo flashbacks, recuerdos de mi niñez dibujando monitos o haciendo esos dibujos en muchas hojitas que se van moviendo como animaciones [flipbook]; no recuerdo por qué lo hacía. Como a los ocho años comencé a dibujar caricaturas que copiaba como Los Simpson o las de Cartoon Network. Me acuerdo que tenía un cómic de Los Simpson y al final de la revista venían dibujos que la gente enviaba; yo no mandaba, pero intentaba hacerlos. Ya más en la adolescencia empecé a dibujar animé y a expresarme un poco más; era algo más romanticón.
―¿Crees que la zona de la ciudad donde creciste influyó en lo que pintas?
―Crecí en el fraccionamiento San Vizcaíno, por el periférico [zona oriente]. Cuando estaba más morrillo no estaba tan urbanizada esa zona como ahorita y había muchos lotes baldíos, chamizos, pinos salados y pocas casitas; ahorita ya hay un chingo de casas, ya casi no hay baldíos porque los limpiaron. Esa zona siempre estaba sucia, todo cochino, todo lleno de polvo. Me gusta capturar ese lado de la ciudad, esas texturas y sobre todo, lo abstracto que se vuelven las cosas: la basura, el concreto, el cochinero de los chamizos, es raro, pero está tripeado.
―¿Cuál dirías que es el estado del arte en Mexicali?, ¿hay mucha o poca producción?
―Creo que en Mexicali hay mucho arte y producción que va a la alza porque hay mucha oportunidad para todo, por ejemplo, está la facultad de artes [Universidad Autónoma de Baja California] que cada seis meses o año produce artistas. La ciudad se ha vuelto muy caótica y por eso hay mucho que expresar, mucho que decir, por eso siento que mucha gente está saliendo a expresarse artísticamente.
―Frecuentemente, tus pinturas retratan eventos noticiosos de la región. En tu opinión, ¿cuáles son los temas cotidianos de la ciudad?
―Hoy en día pueden ser los choques de autos, el caos y el calorcito, esos son los temas que quiero que se vean porque siempre se les saca la vuelta. Más que nada el caos, independientemente de los choques, y dentro del caos creo que viene la migración en la frontera y cómo se junta con la delincuencia, el tráfico, la corrupción y cómo esto genera un mini caos en cada ciudad.
―¿Te informas a diario?
―Sí, leo las noticias y trato de leer periódicos, pero tampoco soy tan matado como para levantarme y hacer eso. Hay veces que no me entero de cosas que son tendencia en la ciudad, pero normalmente sí me gusta informarme. Creo que el algoritmo ya me tiene informado con los mismos temas y por eso pinto ciertos temas.
―¿Tienes estudios en arte?
―Primero intenté estudiar ingeniería en animación y efectos visuales, pero sólo duré tres cuatrimestres; pensé que sería más artístico, pero tenía muchas matemáticas y tenía que estar haciendo exámenes extraordinarios y me dio hueva. Luego entré a mecatrónica y duré un cuatrimestre; las dos en la UPBC [Universidad Politécnica de Baja California]. Después entré a estudiar artes a la UABC [Universidad Autónoma de Baja California], pero era la pandemia y el primer semestre fue en línea y no me gustó; recuerdo que cuando fui a presentar el examen de ingreso nos sanitizaron unos que estaban trajeados como si fuera Monsters, Inc. De artes no me di de baja, nomás ya nunca me conecté, pero ahí decidí dedicarme cien por ciento a la pintura, me di ese clavado y durante cuatro años me dediqué a muralear. Me salí de artes porque me di cuenta de que no me iban a enseñar solamente pintura, que era lo que yo quería. En la pandemia entré a clases presenciales en Modart, una escuela de diseño de modas. En esa escuela aprendí un montón y cuando me corrieron de mi trabajo ya sabía pintar mejor, ya le sabía un poco al spray y me empecé a dedicar a eso.
―¿Quiénes fueron tus influencias cuando iniciaste como pintor?
―Este trip de pintar es muy reciente en mí, pero durante la pandemia estuve trabajando en una cervecería artesanal que se llamaba Puerco Salvaje y en esos días el pintor Pablo Castañeda (Mexicali, Baja California, 1973-) [instagram.com/castaneda.pablo/] dejó expuestas un chingo de obras, como 30, y me dediqué a estudiarlas todas y esa fue mi primera influencia. Claro que tengo referencias de pintores famosos como Joaquín Sorolla (Valencia, España, 1863-Cercedilla, España, 1923), que me gusta porque era impresionista.
―En tu obra hay elementos que hacen referencia al paisaje del desierto de esta región, ¿por qué el constante interés?
―Tengo interés en el desierto porque a veces se nos olvida en donde vivimos y por eso siempre quiero recordarles que estamos en un desierto. Nos preguntamos por qué la ciudad es tan caliente y queremos que tenga el clima de otras ciudades, pero no mamen, es un desierto, más bien debemos adaptar la ciudad al desierto. También el tema de la frontera me da curiosidad, pero no tanto porque siento que es como natural en toda la región, pero el calor de Mexicali no lo es, ese sí es sobrenatural.
―Si una ciudad es una paleta de colores, ¿cómo es la de Mexicali?
―Creo que Mexicali es una paleta de colores naranjas, amarillos, rojitos. Sobre todo los colores cálidos que representan el calor y te hacen sentirlo, pero a veces trato de jugar con mi obra para que eso no se sienta, por eso juego mucho con los colores pastel.
―¿Cuáles son tus rituales durante el proceso creativo?
― Muchas veces empiezo el día dibujando cosas que traigo en mente o escribo un poco y después pinto algún cuadro que tenga por ahí. Casi siempre pinto con acrílico, con pastel también, pero solamente cuando hago dibujos así a pastelazo, pero sólo para soltarme, no le dedico más. Por lo general me levanto y pinto en mi cuarto, luego dejo de pintar para hacer cosas en la calle, pero regreso a terminar o pueden pasar días y no termino, pero siempre voy avanzando; es raro que haga un lienzo en un sólo día. Cuando hago murales sí me echo unas caguamas, pero tranquis porque sí se me va el rollo y no funciono bien o me voy alargando en cosas que pude hacer en menos tiempo, pero cuando termino y no tengo preocupaciones ya puedo tomar, pero en el proceso unas dos o tres, pero tranquis. No soy tanto de grafiti, es más muralismo lo mío; prácticamente trato de pasar mi obra a un formato más grande como un muro en la calle.
―¿Escuchas alguna música en particular para pintar?
―Pongo música variada, pero cuando me levanto a dibujar y me quiero dar para arriba pongo música de Alemán, Black Sabbath o a The Doors; también con la música me voy en el trip para fumar y agarrar inspiración para ponerme a dibujar o pintar.
―Sobre el estado del arte en Mexicali, ¿opinas que hay mucha o poca producción?
―Creo que en Mexicali hay mucho arte y producción que va a la alza porque hay mucha oportunidad para todo, por ejemplo, está la facultad de artes que cada seis meses o año produce artistas. La ciudad se ha vuelto muy caótica y por eso hay mucho que expresar, mucho que decir, por eso siento que bastante gente está saliendo a expresarse artísticamente. Cuando en una ciudad hay muchas cosas sucediendo algunas personas logran captar eso y expresarlo de alguna forma; puede ser en fotografía, pintura, música y un montón de cosas.
―¿Qué zona de la ciudad te interesa explorar para después plasmarla en tu obra?
―Las personas siempre se fijan en lo que pasa en las zonas céntricas de la ciudad, en lo conocido, pero si se fijan también hay mucho movimiento y caos en otras zonas. Si te sales del centro verás que en todas partes están pasando cosas como, por ejemplo, en los sobrerruedas [mercados ambulantes instalados cada día de la semana en distintos puntos]. A mí me interesa pintar lo que existe en las periferias, me gusta darme cuenta de que hay más cosas en otras partes. A veces nos olvidamos de que vivimos en el desierto y pensamos que todo se trata de la zona centro [limítrofe a la frontera estadounidense] y Caléxico y los edificios y las palmeras bonitas, pero estamos en un desierto y no estamos adaptados, por eso nos lleva la chingada con el calor.
―En varias de tus pinturas y murales plasmas un cactus y una nave extraterrestre que está realizando abducción de distintos objetos, ¿qué significado tiene?
―Me gusta plasmar en muchas partes mi sello que es una navecita que hace abducción. Cuando comencé a trabajar con el spray pensé en qué marca quería dejar y empecé a dibujar un cactus con colores neón. Siempre me han gustado los aliens y las naves y en algún momento una nave abdujo a un cactus y se quedó eso; lo empecé a hacer en el 2021 en diferentes formas y diseños. Me gusta el trip del espacio y sí creo que hay vida allá, no sé si sean así los ovnis y tampoco si abducirían a los cactus, pero los empecé a pintar porque los cactus, según yo, son como personas y el alien es como la autoridad que te puede matar, secuestrar o desaparecer y por eso a veces dibujo esas naves en protesta contra la autoridad.
―Hace unas semanas participaste en un mural alusivo a la carne asada que se realizó en el mes de mayo, como protesta contra la gubernatura de Marina del Pilar en Baja California. Precisamente, sobre el tema de las abducciones, pintaste una nave que está abduciendo las visas de turista de la gobernadora y su esposo.
―Todo fue porque el de Boquilla Negra [colectivo de mosaiquistas] me mandó un mensaje de que quería hacer un mural en protesta sobre el tema de la carnita asada; me dijo que quería hacer unos asadores y que yo fondeara la pared y metiera mis ideas, y pues ¡arre!, pensé en dos tres ideas y lo hicimos.
―En términos artísticos, ¿cómo prefieres definirte?
―Quisiera pensar que soy artista porque no me cierro solamente a pintar, no estoy diciendo que haga más cosas, pero me gusta escribir y quisiera intentar hacer música, teatro y tener más medios [de expresión] aparte de la pintura, como la propa, el esténcil, el mosaico; quisiera expresarme de todas las formas posibles. Produzco a diario y me entró el trip de hacer series. Quiero hacer una serie en blanco y negro de mis naves. Quiero posicionar mis navecitas así como hice lo de la pila [pintura de una nave extraterrestre abduciendo una batería de auto]; un poco también por protesta [al robo de baterías de auto, un delito común]. Tengo un rato escribiendo un comic y próximamente quiero sacar un fanzine. ♠
[Sigue a este artista en: www.instagram.com/derekw.stone/]
Fotografías del mismo entrevistador
Jorge Damián Méndez Lozano nació en Mexicali. Siente una profunda emoción por la noche, los excesos y la comida china consumida de madrugada en alguna fonda oriental de la capital bajacaliforniana, en donde, mientras mastica, escucha sin entender absolutamente nada el mandarín o cantonés en que se comunica el personal de la cocina. Ha colaborado en las revistas internacionales Vice, Munchies y Creators. Textos suyo han sido publicados en las revistas: Generación, Crónica Sonora, Animal Gourmet, Infobae, The Clinic, Vanguardia, UABC Radio, Erizo, Sin Embargo, Neotraba, Publímetro, Excélsior, Diez4, Semanario Contraseña, Debate, Periódico Central, W Radio, El Mexicano y Siete Días. Ha laborado como docente en la Universidad del Valle de México, en el área de humanidades.