La incognición del dolor
Hay un hoyo escondido que florece
cuando decide ahora es primavera
en cualquier estación | y se detiene el tren
y sube una florista con puñales
encarnados | de brillos ominosos
mientras los abonados pasajeros
se bajan saludando hasta la próxima
cuando esa hondura irrumpa de repente
y se detenga el tren en otra primavera
con ramos de puñales encarnados
llamada por costumbre su destino
Es infinita esta pobreza abandonada
La moneda del sol se deposita
en la alcancía gris del horizonte
en el reino paulatino de la noche
la carencia nos iguala poco a poco
ningún cuerpo echa sombra somos ya
todos cuerpo de sombra entre las sombras
y el oro ausente de la luz
proyecta en las alturas del anhelo
un cielo negro negro negro
agujereado apenas por las balas de plata
de diminutas desesperaciones
El entierro de los vivos
Si todo es siempre ahora luego el sueño
del ahora por ser sólo es deseo
ahora de algo que jamás será
porque el deseo es el ahora y el objeto
la zanahoria siempre por delante
no cosechada aún y condenada
a vivir en potencia bajo tierra
Cuando se abre la tapa de los sesos:
en ese volumen de materias turbias
descubre antiguas iluminaciones
de oro y colores a la espera
de luz para brillar
Las tres personas
El hombre es el hombre del Hombre
Yo soy el yo de mí
el que me come a dentelladas
Vos sos la vos de vos
la que se mata callando
Él es el Que es-era-será
el Eterno presente
la siempre ausencia asordinada
el cuento de Caperucita
contado por Moebius ♠
Estos poemas pertenecen al libro El cielo no sé (Mora Barnacle, 2025)
Fotografía de Borislav Kostov
Pablo Ingberg (Dolores, Argentina, 1960), Licenciado en Letras (UBA), publicó cinco libros de poesía (entre ellos “Faloria bifronte”, Tierra firme, 1987; “Camino a Damasco”, Sudamericana, 1995; “Nadie atiende los llamados”, Cada tanto, 2010), una novela (“Diario de un misógino”, Sudamericana, 1999, mención en el Premio Joven Literatura), dos para la infancia (“El fantasma con asma” y “La jirafa sin gafas”, Del Naranjo, 2017 y 2021), uno de ensayos sobre traducción (“Escribir palabras ajenas”, Eduvim, 2019) y más de ciento veinte de traducciones del griego antiguo, el latín, el inglés y el italiano (Safo, Virgilio, Catulo, Whitman, Joyce, Eliot, Pirandello, etc.) en Argentina, Chile, México y España. Para Losada dirigió las Obras completas de Shakespeare (tradujo la mitad) y dirige la Colección Griegos y Latinos. Por sus traducciones recibió premios Teatro del Mundo, Konex y Aurora Borealis; también becas y subsidios de Argentina, Canadá, Irlanda, Italia y Suiza. Dio conferencias, seminarios, cursos y talleres en varios países. Publicó poemas, narraciones, artículos, ensayos y traducciones en revistas y suplementos de América y Europa.)