Una idea es hermosa hasta que se convierte en lenguaje

 

 

 

Escribir poemas consiste en salir a pescar truchas con una caña rudimentaria

y volver con la canasta vacía o llena de pescados de menor valor.

Con esto quiero decir que es una experiencia frustrante

y que deberías dedicarte a la práctica del squash.

He visto tus hermosos tríceps. Pero si vas a insistir con la pesca,

te aconsejaría que la próxima vez que fueras al río

describieras la forma en que las truchas se te escaparon de las manos

cuando ya las hacías en la sartén o por qué los peces que atrapaste

no eran truchas sino una manifestación de tu incapacidad.

Oh me agrada esa poética, quiero un poco de eso.

Observa a aquellos pobres infelices volver alegres de la precordillera.

Ya en sus casas junto al fuego, alardearán con sus mujeres

sobre la docena de truchas que pescaron en el río,

pero tú y yo sabemos que sus canastas sólo contienen un vacío de truchas.

 

Ah, no sé cómo decir que los peces de mi pecera murieron de inanición.

 

 

 

 

Una idea es hermosa hasta que se convierte en lenguaje.

Con el lenguaje las cosas se complican. Ah, el poema

era bello en tu cabeza: un campo de maíz envuelto por las llamas,

un enorme bloque de hielo desprendiéndose de un bloque aún mayor.

Luego vinieron las palabras y lo arruinaste todo. ¿Por qué eres así?

Ya es hora de que entiendas esto: un poema no está hecho de verdad,

está hecho de belleza y la belleza carece de buenas intenciones;

la belleza es un niño que se hace hombre al faenar su cordero más querido

o camisas negras sembrando el terror al sur de Roma.

 

Hace unos días leí una entrevista en que Rakosi manifestaba

su rechazo por la poesía de Ashbery. No estaba de acuerdo

con ninguna de sus palabras (yo adoro a ese marica), pero la forma,

la forma en que lo dijo me convenció.

 

Mira la violencia de esas grandes olas.

Son bellísimas y harán desaparecer un pueblo entero.

¿Entiendes ahora? La gran poesía nunca militará en el Frente Amplio.

 

 

 

 

Tu poema de amor es obeso, tiene los dientes amarillos,

sufre de asma y carece de un mentón fuerte.

Eso es importante para una lectora de poesía:

que el poema tenga el mentón fuerte, la espalda ancha.

Lo leí en Cosmopolitan.

Es poco atractivo tu poema de amor. ¿Y qué nos quiere decir

con su tartamudeo? Su imprecisión léxica, su incapacidad

para cortar el verso en el momento adecuado,

sus imágenes planas, su prosodia lamentable.

Es un pobre infeliz tu poema de amor, tiene serios problemas

de autoconfianza o es un flojo.

Dile a tu poema de amor que lea los poemas de cummings,

que lea Canción de amor de William Carlos Williams.

Dile que trabaje más duro,

o no hará el amor nunca tu poema de amor,

ese gordo de mierda

 

 

 

 

Reflexioné sobre el fenómeno poético en el poema y destruí el poema.

Reflexioné sobre el arte de hacer memes en el meme y destruí el meme.

Reflexioné sobre el amor en mi relación amorosa y destruí mi relación amorosa.

No te enojes conmigo por los trastes sucios en la cocina.

Son mis poemas, mis memes, mis relaciones amorosas.

Tuvieron una excelente recepción crítica,

pero ya los echo al tarro de basura.

 

 

—Tito Manfred

 

Tito Manfred (Chile, 1983). Publicó 13 poemas (Jámpster Ebooks, 2016). En 2016 recibió una beca del estado para escribir poemas. No escribe poemas contra el estado.

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