3 poemas de Perdíamos la gracia y el verano, de Jonatán Reyes

 

 

 

 

BAJO RAÍZ

 

 

Hay una escalera en la cocina que da al sótano

allí es donde enterramos a nuestros muertos

para que siempre eclosionen en el verano

el calor los revive de una oleada

los adultera, edita sus cenizas y sus dolores

allí, en el sigilo del bajo mundo entre la polvareda

como halos encendidos danzan a hueso roto

olfateando la cena y la tiniebla

falsifican la especia intrínseca de la noche

chupan y desgarran el esmalte del seno

por si nuestra dimensión lo permite, veamos

el grosor de su estirpe, la huella en el tiempo

parpadeando

 

allí, se revuelven, beben del licor del moho

mastican al insecto como al pan una vez

reverdecen en el sosiego estival

se intercambian los cuerpos

alteran su linaje de manera momentánea

como ritual reviven el vigor pasado

se meten unos a los otros en una misma figura

pierden el pudor que trae lo mortecino

tienen ese sexo parecido al de las flores

se polinizan en cada ráfaga de viento

de la migaja hacen esa ceremonia de vida

donde sólo el valiente se atrevió a sangrarlo todo

 

ellos, nuestros muertos saludables

han hecho un desorden con el alba

trafican la nada para calmar el bullicio

de la amargura añeja

como matorrales trepan por las paredes

con sutileza y precisión de ultratumba

palpan la superficie con lo etéreo de sus manos

se hacen mantillo espontáneo sobre la memoria

de una fiesta de estío y hace espanto

 

 

EN UN OCASO CUALQUIERA

 

 

 

En el patio, a contrasol

hay un tendedero de ropa funesto

en él cuelgan tres trajes, dos de ellos

fermentados de mar y epilépticos

el otro, deforme por la radiación que lo traspasa

es una historia incompleta en el gentil oscilar

de su tela

 

son fantasmas que palpitan

y riegan el espesor de la materia

sin temor a su deformidad

como el traje de la derecha más cercano al alba

con su secuencia negra entre la cadencia

de todo lo que se perdió

 

la unión de todas esas arrugas

y declives

hacen la simetría perfecta

 

ya no hay pasado ni tejido que nos habite

lo mórbido es la única belleza que tiene sentido

como ese cuarto traje que ignoramos

desolado y digital

que el viento dejó bajo la sombra del guayabo

lleno de un fulgor extraño, bebiendo del suelo

los temblores

  

 

SIGNO DE JULIO

 

 

La sed de julio fue un alivio

la bifurcación en el tiempo

donde la danza nunca ocurrió

la retrospectiva, la delicada arruga

como una orilla de un labio muerto

o de una ruina que crea una memoria

donde se forma otra raza de elementos

 

fingiendo una condición humana

en medio del efluvio de la ceniza

perdíamos la gracia y el verano     

 

-Jonatán Reyes

 

 

Jonatán Reyes (San Juan, Puerto Rico, 1984). Ha publicado Hologramas Exiliados (plaquette, 2012) y los libros Actias Luna (2013), Aduana (2014), Sunny Sonata (2014) Filmina (2016), Perdíamos la gracia y el verano (2017). Su poesía ha sido publicada en diversas revistas internacionales de literatura y poesía, de países como, Colombia, Argentina, Venezuela, España, Grecia, Italia, Brasil, Ecuador, Estados Unidos, y México. Parte de su trabajo ha sido un incluido en varias antologías internacionales, como la Antología de Poetas Latinoamericanos (Imaginante Editorial, Argentina, 2015) y Voces de América Latina (Mediaisla Editores, New York, 2016). Lo han invitado a diversos festivales y encuentros de poesía, entre ellos, al I encuentro latinoamericano de poetas del Itsmo y II Festival Internacional de lectura Agua Dulce Caracola (México, 2015), al IX Festival Internacional de Poesía del Caribe (PoeMaRío) en Barranquilla, Colombia, y al V Festival Latinoamericano de Poesía Ciudad de Nueva York. Es finalista del III y del IV Premio Internacional de Poesía Pilar Fernández Labrador, y también es finalista del Premio de Poesía Internacional Francisco de Aldana con su libro “El oleaje que nos deshace”. Recientemente preparó la antología bilingüe (español/portugués) “Del Triángulo de las Bermudas a Lisboa: 18 poetas puertorriqueños” que se publicó en la revista colombiana Otro Páramo. Su poesía ha sido traducida al italiano, griego, inglés y portugués.

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