Todos lo saben 

 

 

 

por Alberto Villaescusa

 

(Asghar Farhadi, 2019)

La nueva película del maestro iraní Asghar Farhadi tiene un gancho irresistible y un elenco envidiable. En Todos lo saben, su primera película hablada completamente en un idioma ajeno a su farsi natal (El pasado, estrenada en México en 2014, se desarrolló en Francia, pero no deja de girar alrededor de personajes iranís), Penélope Cruz interpreta a Laura, una mujer que regresa de Buenos Aires a su pueblo originario en España acompañada de su hija adolescente Irene (Carla Campra) para una boda familiar. Ahí se vuelve a encontrar con sus hermanas Mariana (Elvira Mínguez) y Ana (Inma Cuesta), su padre, Antonio (Ramón Barea), y con Paco (Javier Bardem), un allegado de la familia quien hace años compró unas tierras a Antonio después de mucho tiempo de trabajarlas.

   Laura y Paco comparten un secreto. Felipe (Sergio Castellanos), un muchacho local y el amor de verano de Irene le cuenta que, de jóvenes, Laura y Paco estuvieron brevemente enamorados, pero todo terminó cuando ella decidió irse a Argentina a iniciar una familia con Alejandro (Ricardo Darín). La noche de la fiesta, entre los bailes y la bebida, Irene se empieza a sentir cansada y se retira a dormir en una de las habitaciones de la finca familiar. Sucede un apagón y cuando la luz regresa, Laura se da cuenta de que su hija ha desaparecido. A los poco minutos recibe un mensaje de texto pidiéndole una considerable cantidad de dinero para regresarla con vida.

   Es un planteamiento que se presta para un misterio de antaño, algo así como El asesinato en el expreso del Oriente, el clásico de Agatha Christie que Kenneth Branagh resucitó en la pantalla grande hace menos de dos años. El ambiente de la boda plantea una pregunta intrigante: quien se llevó a Irene, ¿fue un miembro de la familia? ¿o un extraño que se infiltró entre ellos sin levantar sospechas? Es posible que haya sido uno de los muchos personajes que se nos presentó en el casual y vertiginoso entorno de la fiesta. 

   Empezando con el uso del secuestro como punto de giro en la trama, Todos lo saben se parece más a una miniserie de suspenso que a uno de los observadores dramas sobre los que Farhadi construyó su aclamada carrera (él es apenas el tercer director en ganar el Oscar a Mejor Película Extranjera en más de una ocasión). Pero la película no es del todo territorio inexplorado: como sucedió en El cliente, ésta es la historia de una familia que sufre una tragedia, pero se trata menos de la tragedia que de lo que ésta revela sobre la familia.

   Todos lo saben no tiene un Hercule Poirot, que de inmediato tome la guía del misterio. Cada pariente de Irene tiene su propia línea de investigación; si no está convencido de quién es el culpable, por lo menos cree saber dónde empezar a buscarlo. Aunque Antonio no culpa a Paco directamente del secuestro, la desaparición de Irene abre viejas heridas entre el padre de Laura y su pretendiente de hace muchos años, a quien culpa de aprovecharse de su hija comprándole sus tierras a un precio ridículamente bajo. El romance que parecía haber quedado atrás vuelve a salir a la superficie. 

   El mismo Paco decide hacer todo lo posible por encontrar a la joven a pesar de que su esposa Bea (Bárbara Lennie), le dice que son los padres quienes deben encargarse de ello. Otros sospechan de Alejandro, quien a último momento decidió quedarse en Argentina en lugar de ir a la boda; desempleado desde hace dos años y con un historial turbio, él tendría un motivo económico para fingir el secuestro de su hija. 

   Es una situación crítica; sin embargo, la película nunca escarba dentro de la psique de sus personajes, tanto como sabemos que Farhadi puede. Todos lo saben dura poco más de dos horas, pero una parte importante de ese tiempo es dedicado a subtramas como la familia rastreando un video de la boda que no termina por ofrecer respuestas. El que Irene sufra de asma y no tenga acceso a sus medicinas añade una forzada cuenta regresiva; trata de crear una urgencia que compense el que los mismos personajes no saben qué hacer. 

   Desviaciones como ésta se pueden justificar diciendo que esto es lo que una familia, instruida por los captores de uno de sus miembros más jóvenes y vulnerables a no llamar a las autoridades haría; esta torpeza y desesperación son de esperarse. Pero también son oportunidades para que conozcamos más sobre sus personajes, algo que no sucede. De los responsables del crimen, se puede decir que tienen matices que los hacen más que simples villanos, aunque Farhadi nunca les extiende la misma complicada simpatía que, por ejemplo, al agresor en El cliente.

   Es tentador llamar a Todos lo saben una decepción. Pero una explicación más probable es que las grandes expectativas generadas por una nueva película del director de Una separación eclipsan lo mucho que ésta hace bien. Todos lo saben sigue siendo una película de genial suspenso y poderosas actuaciones; llena de momentos pequeños que hacen que éste complicado drama familiar se mantenga apegado a la realidad: son instantes como Paco haciendo una pequeña pausa antes de mencionarle a Laura la posibilidad de que Irene puede perder la vida; o la película mostrándonos las reacciones de sus personajes cada que llega un nuevo mensaje de los secuestradores, compartiéndonos la ansiedad que sienten.

   La resolución termina desinflando mucha de la tensión que Farhadi pasa dos horas tratando de acumular. Al final las cosas regresan más o menos a la normalidad para la mayoría de los personajes, excepto quizá para Irene, aunque las secuelas de su secuestro nunca son abordadas; ella es menos un personaje que un punto en la trama. No obstante, Todos lo saben no deja de ser un envolvente e incluso entretenido misterio. Puede ser un ejemplo más de un director consagrado utilizando sus talentos para propósitos más comerciales, pero aun en este concurrido género, Farhadi demuestra que puede hacerlo mejor que muchos otros.

★★★1/2

 

Para leer más reseñas del autor, aquí su blog: https://pegadoalabutaca.wordpress.com

Alberto Villaescusa Rico (Ensenada) Estudiante de comunicación que de alguna forma se tropezó dentro de una carrera semi-formal como crítico de cine. Propietario del blog Pegado a la butaca. Colaborador en Esquina del Cine y Radio Fórmula Tijuana

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