En Primeros Sueños nos hace muy felices leer este sueño que nos cuenta la editora y poeta Sisi Rodríguez, quien recientemente publicó Hotel Universo, que puede leerse en la colección de poesía En marte aparece tu cabeza de la Revista Grafografxs de la UAEM (http://grafografxs.uaemex.mx/?p=19_hotel_universo), del que les presentamos este poemazol para soñar.
—Maricela Guerrero
Poemazol
Esta mañana, antes de ir al trabajo, fui a la Súper Farmacia de Dios, donde además de medicinas venden recetas. La doctora, una década menor que yo, me habla de usted pero dice que los pacientes somos como niñitos aprendiendo a caminar y eso la pone en el papel de mi madre. Me regaña porque no me gusta la fruta y me hizo recordar a María Auxiliadora, muchas gracias, bata blanca. Me dice que no debo ingerir chile, alcohol, grasa, legumbres, cucurbitáceas. Ahora me recuerda a ese escritor (¿o era una oveja?) que ya en el XIX las advertía. Me pregunta si manejo: no lo hago. Entonces, dice, no tengo nada de qué preocuparme. Mi diagnóstico es gastritis y una colitis de miedo. Eso dice: de miedo. En mi oficina me advirtieron que podrían correrme si sigo llegando tarde, pero no duermo por pensar en que otra vez me quedaré dormida y voy a retrasarme y esa angustia me quita el sueño y al día siguiente no puedo despertar, es así que llego doblada de dolor a la oficina. Tarde, doc. Ahora debo dejar de comer lo que me gusta y mantenerme sana. Salud para trabajar, salud para pagarle, salud para atender las alertas de la Organización Mundial de la Salud. Y yo lo que quisiera es que usted me ayudara a morir, doc, poco a poco, es decir, a vivir largamente, vigilarme hasta el paso angosto de una vejez con mi único objetivo profesional: no pagar renta ni cumplir un horario de oficina y así tener tiempo de ver crecer helechos que, como yo, transportan en el aire insectos metálicos de esta ciudad ya extinta. En pocas palabras, doctora, sólo quisiera morir sin preocuparme de llevar ideas con punch a la junta del siguiente lunes.
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Anoche soñé que unos amigos se casaban y yo iba a la boda. Era en un lugar donde había mar y un tianguis larguísimo que salía de la iglesia, entre arcos enormes a los lados; algo medio parecido a la Basílica de Zapopan si detrás de los arcos hubiera mar. Yo intentaba llegar a la misa, pero por más que avanzaba entre las bancas nunca lograba acercarme a donde estaban quienes se andaban casando. Por ahí veía a Misa, un amigo de la prepa que hace años que no veía, y pensaba: «Luego de la boda lo saludo». Y ya, en general me la pasé muy mal esa boda-no-boda. Raro, como un sueño, pero sobre todo bien cansado, me estresaba mucho no llegar a tiempo.
Sueños futuros
A Sisi le gustaría esta noche “no soñar, o mejor dicho, ojalá no recuerde haber soñado; soñar cansa”.
Sisi, actualmente, hace poemas sobre su familia.
Xitlalitl Rodríguez Mendoza (Guadalajara, Jal., 1982) es autora de algunos libros de poesía, entre ellos Jaws [Tiburón] (Mantis / Secretaría de Cultura, 2015). Pertenece al Sistema Nacional de Creadores de Arte.