Acerca de “Campo de posibilidades” de Emilio Malagrino (Barnacle, 2022)
“El poema es naturaleza creada por el poeta”, nos recuerda Wallace Stevens en Adagia. No estaba lejos de las conocidas intuiciones creacionistas de Huidobro: así como la naturaleza crea un árbol, así debe trabajar el poeta. La mente, imbricada en el cuerpo-poema, aplicada al campo de posibilidades de lo real, puede crear mundos nuevos a partir de experiencias directas o imaginadas. En su primer libro, Emilio Malagrino ofrece una poética fértil y personal. Con tono sosegado, desde cierta distancia minimalista, Campo de posibilidades aborda temas “clásicos” —la identidad, el cuerpo, la familia, la fugacidad de la vida— para volver a hacerlos nuevos. Nos restituye, en el aquí y ahora del poema, lo que estamos viviendo y no podemos percibir. Pero el conceptualismo de Malagrino no se atasca en mera reflexión racionalista, ni decae en aridez teorizante. Está impregnado de fuerza vital, sostenido en una imaginería palpitante. Si aceptamos que el ojo es una mente, observar, en este libro, es crear lo percibido, desde un grado cero que nada concede por supuesto:
algo mira y es mirado,
se escribe
por sí mismo,
el mí como nada en todo
desbordado
sin fin
Emilio Malagrino, además, piensa a través de la imagen moderna, surrealizante, con su inagotable capacidad de metaforizar y desplazar sentidos. Maridajes insólitos que enloquecen y expanden sus personajes en abismo, sus criaturas sin borde. Hacia ese horizonte tracciona su poesía: fundar relaciones inéditas entre las partículas de lo real, imantadas en las posibilidades del poema. Una nueva aleación, un pulso vivo.
Dos poemas
El tren de los ciervos
El tren recolecta huesos
con el filo de sus patas
sin reserva el cortacadáveres
funciona en línea recta…
A través de los mapas
en el diseño fronterizo
anida un conglomerado
en la distracción del paisaje…
El tren con su cornamenta
rompe el haz del sonido
enunciando densas cuevas
donde los ciervos reptan
hasta el santuario definitivo.
Viaje zoológico
de cuerpos adormilados
con sus escopetas de caza
rezongando en el guarda bolsos
hasta el sueño de los aniquilados
La vuelta es taciturna
con el tren descompensado
por la carga en tus techos
de los cuerpos entreverados
entre cornamentas goteantes
Los ojos de los ciervos
abombados de esferas celestes
sueñan el haz del sonido
que atravesó su diseño fronterizo
en la distracción del paisaje…
Campo de posibilidades
¿Cómo dejar de vivir todo el tiempo,
preso de una gradación infinita,
agotando los espacios donde el ser reposa
—por momentos—
en el sillón de la percepción vacua
capacitando la visión del creciente polvo en un rincón sólido?
¿Cómo dejar de razonar un poco,
y abandonar la fisura del hiato,
ese afán de asechar la interminable sensación
de poder compactar toda locación psíquica,
hasta rumiar el campo de lo imposible
incapaz de ser abarcado por una sentencia?
Fernando Molle (Buenos Aires,1968) publicó cuatro libros de poesía: El despertador y el sordo (1995), La revoltija (1999), Del libro (2008, Primer Premio del Fondo Nacional de las Artes) y Los contrarios (2015). Coordina talleres de lectura y escritura desde hace más de veinte años en diferentes ámbitos. Es Diplomado en Bibliotecología (UBA) y escribe sobre literatura en diversos medios del país.
Emilio Malagrino (Buenos Aires, 1971). Licenciado en Psicología y poeta. “Campo de posibilidades” es su primer libro publicado.