Cuatro poemas de Xel-Ha López Méndez

 

Norte

Sur

 

Perdí el único documento oficial en el que me veía bonita

y es una lástima

que alguien lo utilice para hacer daño

y es una lástima que ya no cruce los países sintiéndome bella

o que ya no los cruce

o que ya no sea bella

porque una cicatriz me haya partido

en dos la cara

y porque todos los demás días

de mi vida fotográfica

esté tremendamente triste

Yo quise mi pasaporte

mucho

porque parecía ser feliz en cualquier viaje

y me parecía también

que todas las aduanas me amarían

aunque estuviera enojada

Pero no lo quise tanto

por haberme expuesto ante tres policías

desnuda

en un salón frío algunas horas

sin ninguna sonrisa parecida a mí

en mi pasaporte

aún sabiendo

que seguramente habían mirado

de dónde venía

pero no mi foto

Ahora

que las cosas serán más difíciles

porque además de la vida

en el papel parezco peligrosa

me he sentido más triste que nunca

de haber sido robada por todos

de haber perdido

mi bello retrato

mi pase de viaje

mi sonrisa

genuina y rosa

ante un reflector extranjero

mi genuino semblante

impreso para siempre

en algún sitio.

 

 

Mi voz favorita de la radio tiene cáncer

El otro día leí

que uno se acostumbra a la palabra cáncer

y no supe

si había sido

en un poema

o en una revista de ciencias

 

Me quedé pensando

hasta que llegó

ese momento luminoso de la memoria

y supe por fin

dónde lo había escuchado

eso

de que el cáncer era ya palabra de costumbre

 

No lloré

pero me sentí extraño

 

un tipo de lentes

oscuros en un lugar oscuro

ante un público sentado en su cena

hacía chistes que no funcionaban

 

que bien pudieran ser

las más bellas preguntas

de un niño de kínder

 

¿Han visto por qué la ciudad es tan grande?

¿Dónde caben tantos muertos?

 

o que bien podrían haber sido

pedazos de poemas

pero solo eran

repertorio

y no hacían gracia

no tenían

 

 

Recordé haber dicho que era estúpido

y recordé también haber cambiado de canal

 

El joven repasó velozmente sus temas

hasta llegar a ciertas carcajadas dispersas

pero agudas

distribuidas quizá por el salón

 

El cáncer nos hizo reír

aunque no es necesariamente una palabra graciosa

se ríe también como reflejo

se ríen también las hienas

y otros animales según creo

a los perros les da cáncer también

pero no sé si se ríen

ladrarán a lo mucho si les duele

llorarán a su manera

y quizá por qué no

también quizá se rían

 

Hace aún menos tiempo

un presidente anunció la cura

y yo no sé

qué tanta esperanza

haya sentido

la gente con cáncer

 

o si hay una fosa común de las noticias

donde a las buenas las sepultan los cadáveres

de la gran ciudad de las otras.

 

 

 

Mi abuela de poder recordar algo dejaría de ser tan contemporánea

 

Mi abuela

está siempre actualizándome

 

¿Quién eres tú?

 

Me reta

Me pregunta

Me asusta

 

¿Dónde estoy?

 

Inquisitiva

Me reclama

 

¿Quién eres tú?

 

Me dice

Me duele

 

Mi abuela regresa

Se sienta

Sonríe

Dice que sí

Pero no está satisfecha con mi respuesta

 

Yo sé

 

Aunque sea la misma

Aunque cambie

 

¿Dónde estoy?

¿Quién eres?

 

Mi abuela es más pequeña

más frágil

y huele a viejito

 

Soy adulta

lo sé

y decir viejito

puede ser

solo

anticiparse

 

Pero mi abuela

es igual frágil

igual huele a viejito

y es pequeña

 

Un día

lo sé

yo seré vieja.

 

 

Mi gata tiene novio

ha venido a buscarla

 

Mi abuela

de tener tiempo ahora para pronunciar algo

diría que en sus tiempos alguna cosa parecida a esto

 

un macho cantando

una hembra mirando desde la ventana

 

mi abuela de ser más sincera

diría que la primera vez se siente horrible

que la primera vez es horrible

pero luego uno se acostumbra

al dolor

hasta que muere

pero luego

nos gusta

 

nadie ha podido dormir por el ruido de los gatos.

 

 

Me he vuelto hormonal y superflua, si es que ambas pueden ser posibles juntas

 

Hablo por ejemplo

de arte

y no sé nada de arte

 

y nunca he estado en el Prado

y nunca he salido

a decir verdad

de mi casa

 

aunque a veces

contemplo cosas

como si no existieran

más allá de estos muros.

 

Un perro mira como una persona enamorada

y hay aquí

dos o tres espacios

que pueden ser fotografiados

 

un momento

 

Alguien acaricia al perro

y dos mototaxistas miran el horizonte

como si lo estuvieran cruzando

 

Al final alguien espera

cuando el sol ya se ha ido

y el sonido de los árboles

bajo el viento juchiteco es

solo una ola después de otra

todavía más fuerte

todavía más cerca

 

Yo grito te amo en la estación

como si no te fuera a ver en mucho tiempo

o como si uno de los dos adivinara la muerte

aunque llegue cuando estemos ya viejos

aunque llegue cuando sigamos juntos

 

Toda la vida es casi nada

una hoja se cae

alguien barre la banqueta de su casa

 

Hay apilado un montoncito de mugre

hay polvo de oro

Yo grito eso

porque en verdad lo encuentro de lo más oportuno

grito

como pudiera gritar alguien

sorprendiéndose vivo después de mucho

como pudiera decir auxilio, amén, más, o gracias

 

Grito algo honesto

como esa agua que deja ver los colores de las piedras.

 

–Xel-Ha López Méndez

 

Carla Xel-Ha López Méndez es una poeta que nació en la ciudad de Guadalajara en 1991. Estudiante de Letras. Ganadora de varios certámenes nacionales e internacionales de poesía. Ha publicado en revistas, fanzines y antologías, la más reciente de las cuales es Los Reyes Subterráneos (España, 2015).

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