El individuo

El individuo

Escribo
porque soy el animal.
Por los seres terribles
refugiados en mí que abren la carne
y lamen las heridas de sus huellas.

Recobro el instinto
al escapar
aturdido
en los vapores del asedio.

Abro el hocico para decir su nombre
y marcar mi territorio
en la lengua

porque ahí
en la tierra que se dice
también hay cosas que se rompen:
palabras con las que acecho
abandono
y vuelvo sin garras a tallar
la punta dioica de mis flechas.

*

¿Quién iba en busca de la luz?

No estuve a la altura de las bestias.
Apoyé las manos en las grutas
y en los cuerpos:
faltó fuerza.

Esta es la debilidad que me mantiene
erecto y cardinal
para orientar la frente.

Otros muerden el polvo.

Mi brújula es de sangre
y mi posición: desnudo.

En las cuevas recuerdo que fui
acarreado por el agua
y doblo mi rodilla de cansancio
con devoción por lo profundo.

Los otros animales buscan
mi respiración perdida.

*

Agazapado
                 parecía

desconocido.
Quería poner distancia
al miedo.

Los aullidos nombraron la oscuridad
con lumbre.

Mis zarpazos encontraron la espalda equivocada
la rodilla prohibida
el pecho lampiño del escarnio

y seguí.

Por dentro persistieron la sed
el hambre
el animal terrible

: me refiero a la hembra y al hombre
                 perpetuados
                 en el frágil movimiento
de mi espalda.

Represento el veneno
que se arrastra e interpreta
los cantos encendidos en el cielo
y
que hace
de colores brillantes bajo el agua
retazos de existencia.

 

Gustavo Iñiguez (Valle de Guadalupe, Jalisco, 1984). Es licenciado en Turismo por la Universidad de Guadalajara. Textos de su autoría han aparecido en diversas publicaciones periódicas. Dirigió la revista literaria Quiescenciay es autor de la columna crítica “Muérdago”, en el suplemento terraplén.bajopalabra.com.mx. Coordinador editorial y editor adjunto de Mantis editores. Autor del cuaderno de poesía Dromedario (2008). En 2013, con el apoyo del CECA Jalisco, publicó el libro de poemas Espantapáramos. Becario del PECDA en 2015. Junto a Luis Armenta Malpica es compilador de Equinoccio. 50 poemas ecuatorianos del siglo XX (Mantis editores, México, 2015). Una parte de su libro Vocación animal (Mantis editores y Secretaría de Cultura de Jalisco, 2016) está traducido al alemán, para su publicación bilingüe en una muestra de poesía mexicana reciente (traducción de Rike Bolte). Ganador del Apoyo a Proyectos de Coinversión del Fonca (2016-2017) por el proyecto “Una panorámica en proceso de la poesía latinoamericana”.

Déjanos un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*