Poemas de Iveth Luna Flores

 

 

Crisis para principiantes

 

Estaba en crisis y le hablé a mi psicóloga por celular.
Ella dijo: Toma agua.
Ella dijo: Respira.
Ella dijo: Sal a caminar, a tomar aire.
Tal parecen los elementos de la naturaleza.
Tal parecen los elementos de la naturaleza.
Agua, aire, tierra.
Pero yo todo lo quemo.
Mi símbolo es quemar, el último elemento de la naturaleza

es el fuego.

 

 

 

 

 

El problema con la terapia
es que a veces abres cosas
que antes te negabas a abrir.
Al salir de la sesión quieres huir,
dejarlo ahí. Pero no.
Lo que abriste se convierte
en el pedazo de cebolla
que dejaste olvidado
en el refrigerador:
Empieza a apestarlo todo.

Así que esto es la familia,
comida echándose a perder
y, sin embargo, fresca.

 

 

 

 

 

 

Hace una semana volví de la playa
con moretones en el cuerpo;
algunas manchas en la entrepierna,
dos líneas moradas en la cadera,
una más en el muslo y varios
anillos morados en los dedos
de mis manos, lo que yo creí
la mala circulación de mi sangre
eran marcas de una aguamala
que había tocado mi cuerpo.
Conmigo las cosas siempre son así,
tardo en darme cuenta cuando algo
me lastima, a veces días, semanas
y años, dije mirando el techo
mientras estaba recostada en el diván
de mi analista, la que tiene un cuadro
de una ballena azul embistiendo las olas.
Le cuento de los años en que cagué sangre,
hacía mis días de manera normal,
en la taza manchas rojas, mis emociones
eran pequeñas medusas quemándome
el recto; yo, que aceptaba mi dolor
con la parsimonia de una monja, ya no más,
me dije, le dije a mi psiquiatra de ese tiempo.
Conmigo las cosas son así,
me cuesta trabajo aceptar que algo me daña:
un amor que me regala migajas de su pan,
una amiga a la que no le caigo bien y me trata mal,
las críticas de mi madre, el hastío que creí
cansancio era un desprecio sostenido a mi persona.
Pero luego viene alguien y me dice que las marcas
en mi cuerpo son los tentáculos de una medusa
que me abrazó mientras flotaba en el mar
y esa imagen me parece algo poético,
el encuentro con ella, transparente:
aguamalas, malaguas, aguavivas,
aguacuajada o lágrimas de mar,
la imagino llorándome encima.
Miro los moretones en mi piel
y lo único que se aproxima a mí
es este deseo de escribir un poema.

 

 

 

 

 

 

 

Iveth Luna Flores. (Apodaca, Nuevo León, 1988). Licenciada en Letras Mexicanas por la UANL. Ha publicado Comunidad terapéutica (Premio Nacional de Poesía Francisco Cervantes Vidal 2016) y Ya no tengo fuerza para ser civilizada (UANL, 2022); su obra ha aparecido en revistas como Este País, Punto de Partida y Periódico de Poesía (UNAM), Estudios (ITAM), Tierra Adentro, Jardín LAC; y en diversas antologías nacionales e internacionales. Fue becaria del Centro de Escritores de Nuevo León y del programa Jóvenes Creadores del FONCA. Ganadora del taller de escritura creativa Punto Final, Laboratorio de terminación de obra, impartido por Juan Pablo Villalobos, convocado por Editorial Almadía.

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