por Antonio León
La función del jueves se ha convertido en una tradición del Entre Fronteras. Es el día orientado al público infantil, aunque estas piezas llenas de color e inventiva siempre las terminan disfrutando los adultos por igual. Una hora más temprano se abren las puertas para recibir al público distinguido de hoy: la asistencia más joven y más exigente, los niños y las niñas que convierten en patio de juegos el lobby del Teatro de la UABC antes de iniciar la función.
Flores Teatro Danza es la compañía encargada de esta tarde. Miedo come todo… sueños al vuelo es el nombre de la pieza que inicia con el protagonista escalando entre los asistentes y creando una conexión inmediata con el público.
Las incidencias de hoy se dan desde el momento en que se ocupa un asiento. Se enciende una luz sobre nuestras cabezas y una figura heredada del clown se roba las miradas y se trepa a los respaldos. Las risas y la sorpresa dan lugar a indicaciones para descender correctamente desde los montes de butacas hacia el páramo de luces tenues en que se ha convertido el escenario.
¿De qué manera funcionan los mecanismos de la sorpresa ante un público acostumbrado ya a la omnipresencia de la pantalla y el aluvión cotidiano de información poco comprobable? No conozco la respuesta exacta, pero el marinero efímero de esta noche se las ingenia para mantener al público atento por la vía de la imaginación y lo impredecible. La asistencia interviene con pequeñas voces. El artista escucha nuevas sugerencias al momento de querer descender de un edificio imaginario. Uno de los chicos grita «¡da un salto de fe!» y la cosa se pone kantiana e intensa.
Aquí no hay miedo, hay una torre que se deconstruye a punta de elementos festivos, números musicales desparpajados con música Jazz y viejos temas de David Bowie. El marinero quiere volar, pero también se prepara un nuevo barco para dejar la isla de lo cotidiano. Hemos entrado a la sala de espera a viajes verticales y horizontales, pero también hacia otras direcciones. Fernando Leija, nuestro conductor designado, muestra una habilidad entrañable para redibujar la escena como si se tratara del touch screen de la dulzura.
Fotografías de Armando Ruiz
Antonio León (Ensenada, Baja California) escribe poesía y crónica. Es editor de poesía en la revista El Septentrión y autor de los libros Busque caballos negros en otra parte (pinosalados) :ríos, dentro de la colección Ojo de Agua, editada por CETYS Universidad y Consomé de Piraña, editado por Carruaje de pájaros y el Instituto Sinaloense de Cultura en el 2020. En 2016 fue el ganador del Premio estatal de literatura (poesía) en Baja California, con el libro El Impala rojo. En 2018 fue becario del Programa de Estímulo a la Creación y Desarrollo Artístico en la categoría Creadores con trayectoria. Actualmente se desarrolla en promoción de la lectura y la promoción cultural universitaria y es parte del equipo organizador del encuentro Tiempo de Literatura, en Mexicali.
El Encuentro Internacional de Danza Contemporánea Entre Fronteras continuará hasta el 30 de abril.